La transformación digital y el trabajo en remoto son dos conceptos que están estrechamente relacionados en la actualidad.
La transformación digital se refiere al proceso de integrar tecnología digital en todas las áreas de una organización con el objetivo de mejorar la eficiencia, la productividad y la experiencia del cliente, mientras que el trabajo en remoto se refiere a la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar gracias a la tecnología, lo que permite mayor flexibilidad y una mejora en la conciliación entre el trabajo y la vida personal de los empleados.
Diferentes empresas innovadoras en todo el mundo ya tenían implantada esta modalidad de trabajo, si bien es cierto que debido a la pandemia de la COVID-19, aquellas organizaciones que no lo tenían implantado, o estaban en duda; han podido experimentar que esta nueva modalidad de trabajo tiene muchos beneficios.
Diversos estudios han demostrado que las empresas con equipos híbridos o virtuales son más productivas, pues han experimentado un flujo de trabajo más efectivo. Por supuesto, cuando la naturaleza de los trabajos lo posibilite.
Algunos de los beneficios del trabajo en remoto son:
- Mayor alcance de talento: al permitir el trabajo en remoto, las empresas pueden acceder a un pool más amplio de talentos que están limitados por la ubicación geográfica.
- Mayor flexibilidad: garantizando el trabajo en determinadas franjas horarias para dar siempre servicio, pero con flexibilidad horaria, para que los empleados puedan adaptar sus necesidades personales, lo que puede mejorar su productividad y satisfacción laboral.
- Mejor retención de empleados: los empleados que trabajan en remoto tienden a ser más felices y a estar más comprometidos con sus trabajos, lo que puede conducir a una mayor retención de talentos.
- Ahorro de costes: tanto para los empleados como para las empresas, el trabajo en remoto puede significar un ahorro significativo en costes. Los empleados pueden ahorrar en transporte y otros gastos relacionados con la oficina, mientras que las empresas pueden ahorrar en costes de alquiler y otros gastos relacionados con la oficina.
- Mejor equilibrio entre la vida laboral y personal: al poder trabajar en remoto, desde su casa o desde cualquier otro lugar, lo que puede mejorar su bienestar y su rendimiento en el trabajo.
Cada empresa deberá seleccionar el modelo de trabajo que mejor se adapte a su organización, dependiendo de las necesidades y circunstancias específicas de cada empresa.
- Trabajo remoto permanente: en este modelo los empleados trabajan de forma remota sin necesidad de acudir a la oficina. Este modelo es ideal para empresas que no requieren que los empleados estén en una ubicación física específica para realizar su trabajo.
- Trabajo remoto ocasional: en este modelo, los empleados tienen la opción de trabajar de forma remota en días específicos. Este modelo es ideal para empresas que tienen una cultura de trabajo en la oficina, pero que quieren ofrecer a sus empleados la flexibilidad de trabajar desde casa de vez en cuando.
- Trabajo remoto por tareas: en este modelo, los empleados trabajan de forma remota, pero tienen reuniones presenciales regulares para mantener la comunicación y la colaboración. Este modelo es ideal para empresas con equipos distribuidos geográficamente.
Pero como todo lo nuevo, la transformación digital también puede requerir cambios en la cultura empresarial y en la forma en que se realizan las operaciones para adaptarse a un entorno cada vez más digital, pero que pueden ser clave para su supervivencia.
Por ello es importante que las empresas que implementen esta modalidad de trabajo desarrollen políticas y procedimientos claros, objetivos definidos, estén en continua comunicación y creen una cultura de confianza y responsabilidad.
Para llevar a cabo una buena implantación del trabajo en remoto, se deben seguir algunos pasos:
- Establecer objetivos claros: lo primero es establecer unos objetivos claros y concisos.
- Seleccionar herramientas y plataformas: una vez establecidos los objetivos, es necesario seleccionar las herramientas y plataformas que mejor se adapten a las necesidades de la empresa y los empleados. Herramientas de videoconferencia, colaboración en línea, almacenamiento en la nube o plataformas de gestión en proyectos entre otras.
- Establecer política y procedimientos: es importante establecer políticas y procedimientos claros. Esto incluye establecer horarios de trabajo, definir responsabilidades y tareas, y establecer pautas de comunicación y colaboración.
- Capacitar a los empleados: es esencial capacitar a los empleados en el uso de las herramientas y plataformas seleccionadas, así como en las políticas y procedimientos establecidos. Esto ayudará a garantizar que todos los trabajadores sigan la misma línea.
- Fomentar la comunicación: es importante mantener una comunicación fluida con los empleados que trabajan de forma remota. Establecer una política de comunicación clara, especificando qué canales se usarán para la comunicación.
- Establecer métricas y evaluar el éxito: finalmente, es importante establecer métricas para medir el éxito del trabajo en remoto y evaluar regularmente los resultados. Esto ayudará a identificar posibles áreas de mejora y a garantizar que se están alanzando los objetivos establecidos.
Siguiendo estos pasos, una organización puede implementar con éxito el trabajo en remoto y aprovechar sus beneficios tanto para la empresa como para sus colaboradores.
En resumen, la transformación digital y el trabajo en remoto son dos tendencias que seguirán creciendo en el futuro, ya que permiten a las organizaciones ser más flexibles, ágiles y eficientes en un mundo cada vez más digital.
“Que no te cuenten que ahora es más difícil. Acepta que ahora es diferente” Bernardo Crespo
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