Análisis de Clima

No vamos a descubrir nada nuevo, ni creemos que ningún lector se sorprenderá, si señalamos el increíble incremento que en los últimos 15 años ha supuesto el consumo de tecnologías de la información y comunicación (TIC) en todo el mundo, ni creemos que nadie es aún ajeno a la revolución que está a punto de suceder con la llegada de las nuevas tecnologías y servicios que, sin duda, afloraran con la llegada de las comunicaciones de quinta generación.

Pero quizás, gran parte de la población mundial aún desconoce la magnitud del impacto en el consumo energético que puede suponer esta revolución tecnológica. Según estudios recientes, el sector de las tecnologías de la información y comunicación llegarán a consumir el 20% de la electricidad global y emitirán el 5.5% de todas las emisiones de carbono para el año 2025.

En medio de toda esta vorágine se encuentra la industria del data center, pieza clave e indispensable para esta tecnología y motor de esta revolución en ciernes. Los centros de datos consumen mas del 2% de la electricidad global a día de hoy, y su crecimiento se presupone será exponencial. Estos datos empujan inexorablemente a la industria del data center a convertirse en una de las industrias más importantes del mundo en los próximos años.

Ante esta tesitura, los centros de datos han de enfrentarse a un gran desafío, por un lado, mantener el crecimiento que demandan los proveedores de servicios y, por otro lado, ser capaces de conseguir una eficiencia energética suficiente, para poder ser sostenibles en un mundo cada vez más amenazado por el cambio climático.

No sería una locura pensar que puedan aparecer en el medio plazo, nuevas normas que rijan este aspecto critico de la industria del data center, la eficiencia energética

El PUE ( Power Usage Effectiveness) es el archiconocido coeficiente que nos da una idea unívoca de la eficiencia de nuestro data center. El estudio del PUE a nivel global, aflora unos datos que indican un estancamiento en el acelerado descenso que vivió el coeficiente hasta el año 2013. Según un reciente informe de Uptime Institute titulado ‘Uptime Institute global data center survey 2020’ la media mundial del coeficiente apenas ha sufrido diferencias desde dicho año 2013, llegando incluso a tener una leve subida durante el año 2019


La causa a este estancamiento quizás podamos apuntarla a que muchos data centers han alcanzado la máxima eficiencia energética  que su arquitectura o estrategias de construcción son capaces de ofrecer. Muchos de estos centros de datos se verán imposibilitados de realizar cambios drásticos en su infraestructura debido a la inversión que ello supone, esto hace indispensable el uso de nuevas tecnologías para poder romper ese techo de cristal y poder, fundamentalmente, conseguir una refrigeración mas eficiente dada la infraestructura y arquitectura existente para aumentar así, la eficiencia energética.

Otro aspecto importante que está ocurriendo de forma exponencial en los últimos años es el aumento de la densidad kW / Rack que se está viviendo en los data center de todo el mundo. El auge de la supercomputación derivada de nuevos servicios como la inteligencia artificial, IoT o  criptomonedas, así como problemas más ‘mundanos’ como la simple falta de espacio físico, está llevando a un incremento sin precedentes en dicha densidad. Dicho aumento está ligado irremediablemente, a la necesidad de un uso mayor, o en todo caso, más preciso, de la refrigeración existente.

 

La refrigeración de salas blancas es la clave de la eficiencia energética, básicamente el PUE se reduce al antagonismo entre consumo de computo y el consumo necesario para la refrigeración de la sala. Conseguir la eficiencia máxima de la refrigeración según las características y capacidades de la infraestructura existente, es para muchos data centers a día de hoy, una verdadera utopía, debido  a la complejidad que implica el control de los flujos de aire y la relación correcta entre temperatura y humedad, así como el reto que supone interpretar los datos de que se dispone con los sistemas actuales de monitorización climática.

La estrategia general seguida por numerosos data centers en todo el mundo es mantener la temperatura y humedad dentro de los márgenes que nos indican los estándares actuales, pero debido a la deficiente monitorización de muchos de ellos , lo márgenes de error son tan altos (en la ‘fotografía’ disponible de la situación climática), que la estrategia marcada siempre tiende a sobre enfriar por miedo a que esa falta de información nos dirija al desastre. Estas estrategias son obviamente incompatibles con el concepto mismo de eficiencia.

Es indiscutible la importancia que toma tener una monitorización correcta y precisa de tu centro de datos, pero aún más importancia tiene si cabe, la interpretación correcta de esos datos, para poder aplicar las medidas correctivas necesarias e intentar con ellas, conseguir la máxima de minimiza cambios – maximiza impacto’.

La revolución tecnológica en la que nos encontramos también puede ser la respuesta que necesitamos a la hora de encontrar las claves necesarias para conseguir una climatización mas eficiente y flexible. Esta tecnología es, sin duda, la llamada Inteligencia Artificial. Esta revolucionaria tecnología nos ofrece la posibilidad de aumentar exponencialmente nuestra capacidad de monitorización y análisis de la información climática de nuestra sala blanca. 

La capacidad de la IA de inferir nuevos datos a partir de los existentes, así como la potencia para el procesado de estos, nos permite no solo una monitorización muchísimo más precisa, si no la capacidad de realizar simulaciones con una profundidad y certeza nunca antes vista.

Pero desgraciadamente no es suficiente con el ‘frio dato’ para dar ese salto al vacío que supone la mayoría de las veces realizar una inversión , por pequeña que sea, para los responsables de los centro de datos.

De poco sirve tener la información mas precisa si no se dispone de la experiencia ,  conocimiento de las nuevas soluciones existentes en el mercado y también, pero no menos importante, de los nuevos estándares de funcionamiento que poco a poco a empiezan a tomar fuerza en el sector en cuanto a climatización se refiere. Es por ello por lo que se hace necesario, hoy mas que nunca, la necesidad de encontrar el compañero de viaje necesario en esta ardua tarea que es la eficiencia climática en los centros de datos.

 


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