Imparable es el aumento de la dependencia de las tecnologías de la información para el mundo que nos rodea, ríos de tinta han corrido explicando y desarrollando el impacto que dichas tecnologías van a tener en el desarrollo de nuestra vida cotidiana, pero también, en el impacto energético que conllevará y, por ende, en la relación con nuestro ya maltrecho planeta tierra.
El sector del Data Center no es ajeno a esta disyuntiva y por eso cada vez más, han comenzado a adoptar sistemas DCIM, conocedores de los beneficios que aporta tener herramientas capaces de mejorar y reducir el consumo energético, además de conseguir así, reducir la huella de carbono de sus centros de datos, algo que en muchos casos se va a convertir en punto clave en la estrategia global de la empresa.
Ahora bien, ¿Qué nos aporta un sistema DCIM a la hora de buscar dicha eficiencia energética?
· Capacidad energética. El conocimiento exacto de la capacidad energética necesaria para mantener el servicio nos permite afinar nuestro gasto energético ajustando por ejemplo nuestra potencia contratada.
· Capacidad de refrigeración. La mayoría de las herramientas DCIM nos permiten conocer de antemano una aproximación de la cantidad de calor que necesitaremos disipar en nuestra sala blanca y el comportamiento de nuestro sistema de refrigeración. Esto, nos permitirá un ajuste correcto de los ‘set-point’ y las rotaciones de nuestras maquinas de clima. Todo esto, combinado con una buena monitorización climática que nos indique puntos calientes y nos aporte los datos necesarios para ver el comportamiento de la sala ante las medidas correctivas que realicemos, conseguirá producir un ahorro importante en nuestra factura energética.
· Gestión de activos. El conocimiento real de todos nuestros activos y su estado, es una de las acciones mas efectivas para nuestra meta de alcanzar la mayor eficiencia energética posible. La detección de equipos inutilizados o infrautilizados y la información energética y climática que nos aporta un DCIM para todos los activos de nuestro Data Center, así como la capacidad que ofrece un DCIM para realizar migraciones de equipamiento de una forma fácil y controlada, nos permitirá una reestructuración de nuestros activos, buscando el mayor rendimiento en el menor espacio posible, aumentando así la eficiencia de nuestra climatización y por ende, en nuestra factura energética.
· Control de los flujos de trabajo. Evitar la intervención humana en una sala blanca lo máximo posible es una fantástica idea para conseguir que nuestra climatización sea lo mas eficiente posible. Un DCIM es una herramienta clave para conseguir este objetivo gracias a la potencia que nos ofrece para el análisis y planificación de operaciones en un data center.
· PUE. Difícil debe ser establecer la eficiencia energética de tu centro de datos si no es posible el cálculo de este famosísimo coeficiente, pero ¿es nuestra organización capaz de calcular y no menos importante, automatizar este coeficiente para nuestro Data Center? Con una herramienta DCIM y una monitorización básica podremos ser capaces de conseguir no solo dicho coeficiente de forma automática, si no una evolución de este mediante su histórico, pudiendo así analizar los impactos que proyectan sobre nuestro centro de datos cambios en la infraestructura o nuevos escenarios.
Conseguir la convergencia de todos los actores que intervienen en el funcionamiento de una maquina tan compleja como es un data center y el análisis de todos los datos que aportan todos estos diferentes actores, es la pieza clave para entender el estado de un centro de datos y maximizar su eficiencia energética. Solo mediante una herramienta DCIM será posible aglutinar y analizar toda esta cantidad de información.
No es una locura afirmar que se hace totalmente necesario la implementación de un sistema DCIM si queremos conseguir la máxima eficiencia energética en nuestro Data Center, como tampoco es ninguna locura, afirmar que necesitaremos disponer de un software de hoja de cálculos sí queremos obtener la máxima eficiencia contable.