Transitando ya el 2023, resulta indudable que el mercado de procesamiento de datos en Latinoamérica está en constante crecimiento y evolución. Si bien existen diferencias tanto en el tamaño como en la madurez de estos mercados en cada país, la región presenta oportunidades interesantes para empresas y emprendimientos.
Países de la región como Brasil, México, Chile, Colombia y Argentina están experimentando mayores inversiones en infraestructura de datacenter por parte de empresas internacionales y locales, y se espera que sigan creciendo en los próximos años a medida que aumente la necesidad de adoptar soluciones digitales y de expandir los servicios en línea, lo que ya está ocurriendo.
Hay varios factores que influyen en este fenómeno en la región:
- Como parte de la transformación digital, presenciamos un aumento del comercio electrónico y la digitalización de los negocios.
- El crecimiento de la nube y la necesidad de almacenamiento y procesamiento de datos de grandes empresas y organizaciones.
- El factor “pandemia”, que ha acelerado aún más todo este proceso de cambio.
Los principales beneficiados en esta expansión regional de los centros de datos son las pequeñas/medianas empresas y los emprendimientos que, motivados por la tecnología y a través de los servicios de nube, pueden brindar mejores servicios a sus clientes al mismo tiempo que enfrentar así los desafíos del proceso de la transformación digital, hoy por hoy un imperativo constante en el negocio de IT latinoamericano.
Uno de los principales efectos positivos de las inversiones en centro de datos en la región es, sin dudas, la contribución en pos de la transformación digital de diversas industrias a nivel nacional y regional, apalancando principalmente a la industria de la salud, retail, finanzas, transporte, telecomunicaciones, logística, educación y minería.
Al mismo tiempo, se empieza a divisar un efecto pendular muy propio de la industria de la información de la tecnología de cara a la demanda de los servicios de nube, donde factores como: latencia, seguridad y gobernabilidad de los datos, costos y compatibilidad de plataformas y aplicativos están haciendo repensar a los principales decisores de forma más inteligente qué deben llevar a la nube y qué deben devolver a un ambiente híbrido, jugando entre infraestructuras propias y nubes privadas.
El auge de la región se ve incentivado principalmente por la demanda de grandes clientes a través de contratos ya firmados o por la intención de albergar nuevas infraestructuras. Hay que tener en cuenta que la puesta en marcha de un centro de datos en cualquier país donde se quiera albergar la inversión no toma menos de un año y medio, y en muchas ocasiones más tiempo.
Los datacenters se han convertido en uno de los sectores con mayor crecimiento en Latinoamérica en los últimos años, en lo que podemos llamar una expansión a corto plazo.
La instalación progresiva de estas estructuras a gran escala en la región significa un hito económico y tecnológico.
El aumento de la información, el auge de megaproyectos y las condiciones particulares de algunos países son los principales impulsores para el crecimiento de la industria de los datacenters en Latinoamérica, en este momento liderada por Brasil, México y Chile donde los hyperscalers tienen destinadas sus principales inversiones.
Let it work for you